Orientalist by Serge Anton
Serge Anton forma parte de las campañas publicitarias de nuestra marca y está comprometido con el talento desde hace mucho tiempo.
Compartimos el amor por África y, concretamente, Marruecos. Fue durante un viaje, inspirado por una conversación casual, cuando surgió la idea. Corinne Bensahel, directora artística de Baobab Collection, se enamoró de una fotografía de Marrakech que había tomado Serge Anton y, entonces, le preguntó si podíamos transponerla al vidrio.
La prueba superó todas nuestras expectativas, y fue entonces cuando empezó a tomar forma esta colección de velas perfumadas y ambientadores para el hogar, que combina fotos de archivo de Essaouira con nuevas instantáneas de la Koutoubia o las kasbahs de Skoura. Todas las imágenes están firmadas por Serge Anton, con el espíritu de las pinturas orientalistas, un resultado magistral que es un auténtico regalo para el alma. Hemos llamado a esta colección Orientalist by Serge Anton.
Una parte de las ventas de estas velas y difusores se destinará a Actions@Village y a la reconstrucción de escuelas y bloques sanitarios en los pueblos devastados del Atlas.
Koutoubia: la puerta del cielo
La mezquita Kutubía, que rasga el cielo de Marrakech, es una joya de la arquitectura almohade del siglo XII. Este centro de oración domina una medina vibrante rodeada de murallas y palmeras. En el horizonte y más allá de este monumento, símbolo de Marrakech, se alzan las cumbres nevadas del Atlas.
Essaouira: la puerta del mar
La ciudad costera de Essaouira, antiguamente conocida como Mogador, es un ejemplo excepcional de ciudad fortificada que data de mediados del siglo XVIII. Como puerto comercial internacional, Essaouira era el lugar al que viajaban múltiples mercaderes africanos. Las caravanas de camellos descargaban su preciado cargamento, que luego se transportaba por mar a Europa y América. Centro comercial multicultural y multiconfesional, Essaouira sigue siendo un lugar cargado de historia y de visita obligada.
Skoura: la puerta del desierto
Un homenaje al de mayoor palmeral del sur de Marruecos, Skoura, que se extiende a lo largo de 27 kilómetros de pistas, donde palmeras, douars y kasbahs salpican esta tierra mágica y majestuosa. Muchas de las kasbahs han sido abandonadas y se erigen como monumentos históricos, donde podemos imaginar el poder de los señores que las habitaron, pero también el paso de caravanas cargadas de especias y otras maravillas. La kasbah inmortalizada por Serge Anton se convierte en una suerte de castillo medieval, y el trabajo artístico del fotógrafo se plasma en un acabado que parece papel gris envejecido.